O eso espero. Ya se sabe q el 1 de enero se hacen muchos proyectos, se formulan deseos, y se juega al cuento de la lechera, pero poner en marcha esto, con opiniones descarnadas sobre lo divino y lo humano no debe de costarme mucho.
De momento le pediría una marcianada a todos los países del mundo: que utilicen el dinero que gastan en lo militar en un solo día, uno sólo, para ayudar a esa gente de las orillas del Índico que se ha quedado literalmente sin nada por los tsunamis. Puede parecer poco, pero es una cantidad brutal, de verdad.
1 ene 2005
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